Se cree que la palabra "sensible" se originó en el siglo XVII a partir de la frase "las lágrimas de Magdalena", que se refería a las lágrimas derramadas por María Magdalena en la Biblia. Con el tiempo, la frase llegó a asociarse con una emoción excesiva o sentimental y, finalmente, se acuñó la palabra "sensibilizante" para describir este tipo de comportamiento.
Despreocupado
Se cree que la palabra "despreocupado" se originó en el siglo XVI a partir de la frase "falta una margarita", que era una exclamación común de sorpresa o consternación. Con el tiempo, la frase pasó a usarse para describir a alguien que es perezoso o indiferente y, finalmente, se acuñó la palabra "despreocupado" para describir este tipo de comportamiento.