Los dictógrafos funcionan convirtiendo ondas sonoras en señales eléctricas. El micrófono convierte las ondas sonoras en una señal eléctrica que luego es amplificada por el amplificador. Luego, la señal amplificada se transmite a un altavoz o dispositivo de grabación. El altavoz convierte la señal eléctrica nuevamente en ondas sonoras, mientras que el dispositivo de grabación almacena la señal para su posterior reproducción.
Los dictógrafos se pueden utilizar para escuchar conversaciones en persona o por teléfono. También se pueden utilizar para grabar conversaciones o sonidos ambientales para su posterior análisis. Las dictografías suelen estar ocultas en objetos cotidianos, como bolígrafos, relojes o libros, para evitar ser detectados.
Los dictógrafos son herramientas poderosas que pueden usarse para una variedad de propósitos. Sin embargo, es importante utilizar dictógrafos de forma legal y ética. Las dictografías sólo deben usarse con el consentimiento de todas las partes involucradas y nunca deben usarse para invadir la privacidad de alguien.