Las familias Mohawk también eran exógamas, lo que significa que los individuos debían casarse fuera de su clan. Esta regla ayudó a mantener la armonía social y prevenir conflictos dentro de la comunidad.
En términos de crianza, los padres Mohawk enfatizaron la cooperación y el respeto por los demás. A los niños se les enseñó a ser responsables y contribuir al bienestar de la comunidad. El castigo físico era poco común y, en cambio, los niños eran disciplinados mediante orientación y persuasión amables.
En general, las familias Mohawk se caracterizaban por fuertes lazos de parentesco, respeto mutuo y cooperación. Estos valores fueron esenciales para la supervivencia y el éxito de la comunidad Mohawk.