Durante la Dionisia, las producciones teatrales jugaron un papel central. Se cree que los orígenes del drama griego se remontan a los rituales y representaciones asociados con este festival. El festival contó con concursos entre dramaturgos, que presentaron sus obras al público. Estas obras cubrieron varios géneros, incluidas tragedias, comedias y obras de sátiro.
Las tragedias eran obras serias que exploraban temas del sufrimiento humano, el destino y el conflicto entre los humanos y lo divino. Las comedias tenían un tono más ligero y a menudo empleaban humor y sátira para entretener al público. Las obras de sátiros eran ridículas y a menudo presentaban criaturas mitológicas conocidas como sátiros, que servían como coro.
Dionysia proporcionó una plataforma para la expresión cultural y permitió a los dramaturgos mostrar su creatividad e involucrarse con cuestiones filosóficas y sociales de la época. El festival también facilitó el desarrollo de las artes teatrales, con innovaciones en la puesta en escena, la actuación y las técnicas dramáticas que surgieron durante este período.
Dionisio ocupó un lugar importante en la sociedad griega antigua y su impacto en la cultura y el teatro griegos es inconmensurable. El festival no sólo sirvió como celebración religiosa sino que también contribuyó al avance del arte dramático y al intercambio de ideas dentro del mundo griego.