Las funciones del teatro no comenzaron a las 15 horas. Los teatros, como The Globe, tradicionalmente no tenían calefacción y no tenían iluminación dentro del teatro. La gente iba al teatro por la tarde porque la luz natural era la única forma de ver el escenario y porque la luz del sol creaba un brillo "dorado" que hacía que la piel de los actores pareciera impecable y la iluminación general de la obra más atractiva.