- Estiramiento: El método más sencillo es estirar la imagen no ancha para que ocupe toda la pantalla. Esto puede dar como resultado una imagen distorsionada o "aplastada", especialmente si la imagen original no es de pantalla ancha.
- Buzón: El formato letterbox implica colocar la imagen no ancha en el centro de la pantalla con barras negras en la parte superior e inferior. Esto preserva la relación de aspecto original de la imagen y evita la distorsión, pero también puede dar como resultado un tamaño de imagen más pequeño.
- Pillarboxing: Pillarboxing es similar al letterboxing, pero implica colocar la imagen no ancha en el centro de la pantalla con barras negras a la izquierda y a la derecha. Esto se utiliza a menudo para imágenes 4:3 (definición estándar) en televisores 16:9 (pantalla ancha).
- Zoom: Algunos televisores tienen una función de zoom que le permite ampliar una parte de la imagen no ancha para llenar toda la pantalla. Esto puede provocar una pérdida de detalles y también distorsionar la imagen.
- Recorte: Recortar implica cortar los bordes de la imagen no ancha para que quepa dentro del marco de la pantalla ancha. Esto puede provocar una pérdida de información y también puede distorsionar la imagen.
La mejor manera de abordar las transmisiones no amplias depende de las preferencias individuales del espectador y del tipo específico de televisión que se utilice. Para obtener una representación más precisa de la imagen original, generalmente se recomienda utilizar formato letterboxing o pillarboxing, ya que estos métodos no distorsionan la imagen. Sin embargo, si prefiere una imagen más grande, es posible que prefiera utilizar la ampliación o el zoom, aunque estos métodos pueden provocar cierta distorsión.