Esta es una dedicación muy conmovedora, ya que se inspiró en un amigo de la vida real de S.E. Hinton, quien murió en un accidente automovilístico. Esta tragedia afectó profundamente a Hinton, e influyó fuertemente en su escritura de la novela. La dedicación sirve como un conmovedor homenaje a su amiga perdida y un recordatorio del impacto duradero que las amistades pueden tener.