En reinos donde las sombras bailan,
Se desarrolla una historia triste,
Donde la esperanza y la vida yacen en trance,
y los corazones duelen con indecible
Ha fallecido un ser querido,
Su presencia ahora es un vacío,
Dejando cicatrices que nunca ceden
En el velo de la tristeza, estamos a flote.
Oh, lamentad, vosotros, cielos, llorad.
Por la pérdida debemos soportar
A través de los recuerdos, mantendremos,
La llama que una vez ardió pura
Como hojas de otoño caen suavemente,
Su espíritu se despide
Sin embargo, dentro de nuestros corazones, habitarán
Enamorados concebirán
Su voz, grabada para siempre,
Resonando en nuestras mentes
Su calidez y amabilidad, profundamente grabadas
Un consuelo que uno encuentra
A través de las lágrimas, buscamos la gracia del consuelo.
En medio de la oscuridad y el gris
Porque a su paso, han dejado un rastro
De amor que no se desvanecerá
Siguen viajando, nuestros espíritus se elevan
Para alcanzar planos etéreos
Donde el dolor y el sufrimiento ya no existen
La eternidad, su ganancia.
Así que lamentemos con el corazón dolorido
Y honrar la vida que llevan
Su legado, partirá para siempre.
En amor y gracia, siembran.
Su memoria, una estrella guía
Llevamos como vivimos
En cada latido del corazón cerca y lejos
Su esencia persistirá