Una canción nupcial
La voz que respira sobre el Edén,
Ese primer día de matrimonio,
La voz de la tortuga se oye en el cielo,
Contando las horas doradas
De paz, alegría y amor sin fin.
La estrella de la tarde, la estrella de la mañana,
Sus rayos en la tierra convergen:
La glorieta fragante, el arroyo murmurante,
Los magníficos tonos del cielo,
El suave aliento de la mañana y aún,
Todo lo que deleita la vista o el oído.
Sus alegrías nos imparten:
Pero ¡oh, que todas las alegrías más dulces!
¡Un corazón en reposo en Ti!
Tú eres el único Paraíso,
Tú eres nuestro cielo y descanso,
Oh Cordero de Dios, Esposo y Amigo
¡De cada pecho fiel!