Freud creía que el complejo de Edipo es una etapa normal y necesaria del desarrollo, y que desempeña un papel en la configuración de la personalidad y las relaciones de una persona. Sostuvo que el complejo de Edipo se resuelve cuando los niños se dan cuenta de que no pueden competir con su padre del mismo sexo por el amor del padre del sexo opuesto. Esto conduce al desarrollo del superyó, que es la parte de la mente que contiene los valores morales y los principios éticos que aprendemos de nuestros padres y otras figuras de autoridad.
No existe una prueba única y definitiva de la teoría del complejo de Edipo. Sin embargo, Freud proporcionó varias pruebas para respaldar su teoría, entre ellas:
1) Observaciones de Freud sobre los niños . Freud observó niños que mostraban comportamientos consistentes con el complejo de Edipo, como los niños que expresaban deseo por sus madres y rivalidad con sus padres, y las niñas que expresaban deseo por sus padres y celos de sus madres.
2) Estudios de casos . Freud también informó sobre estudios de casos de adultos que habían experimentado dificultades en sus relaciones con sus padres, que él creía que se debían a complejos de Edipo no resueltos.
3) Mitología y literatura . Freud argumentó que el complejo de Edipo es un fenómeno universal y citó ejemplos de la mitología y la literatura para respaldar sus afirmaciones. Por ejemplo, señaló la historia de Edipo, quien sin saberlo mata a su padre y se casa con su madre, como ejemplo del complejo de Edipo.
El complejo de Edipo ha sido criticado por varios motivos, incluida la falta de evidencia empírica que lo respalde y el hecho de que se basa en las propias experiencias personales de Freud. Sin embargo, sigue siendo una teoría controvertida e influyente, y se ha utilizado para explicar una variedad de comportamientos y relaciones tanto en niños como en adultos.