Sin embargo, la presencia de Godzilla probablemente también generaría debates éticos en torno a cuestiones como los derechos de los animales y la preservación de especies. El mundo tendría dificultades para equilibrar los esfuerzos para eliminar o controlar a Godzilla con los intentos de minimizar el daño a él y a su hábitat.
Las ciudades necesitarían adaptarse drásticamente para defenderse de sus posibles ataques; esto podría conducir a importantes renovaciones de infraestructura en las zonas costeras y otros lugares potencialmente amenazados. Las economías lucharían con el costo de los recursos que implicaría lidiar con la destrucción repetida, afectando todo, desde el comercio hasta el turismo. Los gobiernos lucharían por equilibrar los recursos asignados a la infraestructura y la seguridad relacionadas con Godzilla frente a otros sectores como la atención sanitaria o la educación.