1. Simbolismo del sueño americano: La casa representa el sueño americano que Willy siempre ha perseguido pero que nunca ha alcanzado realmente. Es una manifestación física de su deseo de éxito, riqueza y estatus social. Willy considera que ser propietario de una casa es un símbolo de su autoestima y del cumplimiento de sus sueños.
2. Valor materialista: La casa se representa como un símbolo de posesiones materiales y éxito financiero. Willy valora mucho la casa y cree que brindará seguridad y felicidad a su familia. Sin embargo, su concentración en la riqueza material lo ciega ante el bienestar emocional y espiritual de sus seres queridos.
3. Expectativas poco realistas: El sueño de Willy de tener una casa está impulsado por las expectativas poco realistas que tiene de sí mismo y de sus hijos, Biff y Happy. Proyecta sus fracasos en ellos, esperando que logren lo que él no pudo. La casa se convierte en un símbolo de estas expectativas poco realistas y de la presión que ejercen sobre Willy y su familia.
4. Espacio confinado: La casa puede verse como una metáfora del pensamiento limitado y la existencia atrapada de Willy. Representa su incapacidad para liberarse de las limitaciones autoimpuestas y afrontar las duras realidades de la vida. La casa se convierte en un espacio confinado que asfixia sus sueños y le impide alcanzar su verdadera realización.
5. Pérdida de identidad: A medida que avanza la obra, la casa se convierte en un símbolo de la pérdida de identidad y autoestima de Willy. Se siente desconectado de su familia, su trabajo y su lugar en el mundo. La casa, que alguna vez fue un símbolo de sus aspiraciones, ahora representa sus esperanzas desvanecidas y el vacío de su vida.
6. Simbolismo hipotecario: La hipoteca de la casa pesa mucho sobre Willy, representando el peso de sus luchas financieras y la presión para mantener una fachada de éxito. La hipoteca se convierte en un símbolo de su deuda con la sociedad y de su incapacidad para lograr la seguridad financiera que esperaba.
7. La "Selva": Willy a menudo percibe el mundo exterior como una "jungla", un lugar de competencia feroz y supervivencia despiadada. La casa, por el contrario, representa una apariencia de orden y seguridad. Sin embargo, a medida que Willy pierde el control de la realidad, la casa misma comienza a sentirse como una jungla, lo que refleja su caos interno y su creciente sensación de aislamiento y atrapamiento.
En conclusión, la casa de "La muerte de un viajante" sirve como un poderoso símbolo de las aspiraciones, los delirios y la eventual caída de Willy Loman. Representa su inquebrantable creencia en el sueño americano, su obsesión por las posesiones materiales, sus expectativas poco realistas y la sensación de confinamiento que finalmente conduce a su trágica desaparición.