Los asientos calientes se pueden utilizar para diversos fines, entre ellos:
* Desarrollar empatía y comprensión entre los participantes.
* Explorar diferentes perspectivas sobre un tema.
* Descubrir temas ocultos o tabú.
* Generación de nuevas ideas y soluciones.
* Brindar apoyo y retroalimentación a los participantes.
Para llevar a cabo un asiento caliente, el facilitador comienza invitando a un participante a sentarse en el asiento caliente. Luego, el facilitador hace preguntas a los participantes o les da instrucciones. Se le puede pedir al participante que reaccione espontáneamente o se le puede dar tiempo para preparar sus respuestas.
A continuación se ofrecen algunos consejos para realizar un hot-seating:
* Crear un ambiente seguro y de apoyo para los participantes.
* Anime a los participantes a ser honestos y abiertos.
* Respetar la privacidad de los participantes.
* Mantenga los asientos calientes enfocados en el tema en cuestión.
* Esté preparado para manejar momentos difíciles o de confrontación.
Los asientos calientes pueden ser una herramienta poderosa para los terapeutas dramáticos y otros facilitadores que trabajan con grupos. Puede brindar a los participantes la oportunidad de expresarse, aprender unos de otros y obtener nuevos conocimientos sobre sí mismos y el mundo que los rodea.