Música alta: Las discotecas son conocidas por su música a alto volumen, que puede ser perjudicial para el feto en desarrollo. El ruido fuerte puede provocar daños auditivos y estrés en el feto, y también puede provocar un parto prematuro.
Ambiente lleno de gente: Las discotecas suelen estar abarrotadas, lo que puede aumentar el riesgo de que la mujer embarazada sea empujada o empujada. Esto puede ser peligroso tanto para la madre como para el bebé, ya que cualquier tipo de trauma físico puede causar daño.
Fumo pasivo: Muchas discotecas permiten fumar, lo que puede exponer a la mujer embarazada al humo de segunda mano. El humo de segunda mano contiene sustancias químicas nocivas que pueden dañar al feto en desarrollo, como la nicotina, el monóxido de carbono y el alquitrán.
Consumo de alcohol: Incluso si la mujer embarazada no bebe alcohol, puede estar expuesta al consumo de alcohol de segunda mano por parte de otras personas en el bar. El alcohol puede atravesar la placenta y llegar al feto, y puede causar una serie de problemas graves, incluido el síndrome de alcoholismo fetal.
Estrés: La combinación de música alta, un ambiente lleno de gente y el humo de segunda mano puede resultar estresante para la mujer embarazada. El estrés puede liberar hormonas que pueden tener un impacto negativo en el feto en desarrollo.
Por estos motivos, generalmente no se recomienda que las mujeres embarazadas vayan a discotecas, incluso si no beben alcohol. Si una mujer embarazada decide ir a una discoteca, debe tomar precauciones para protegerse a sí misma y a su bebé, como evitar la pista de baile, limitar su tiempo en el bar y evitar la exposición al humo de segunda mano y al alcohol.