1. Miedo a Abigail: Mary Warren está aterrorizada por Abigail Williams, la cabecilla de las acusaciones contra personas inocentes en Salem. Abigail posee un poderoso control sobre las jóvenes involucradas en los juicios de brujas y con frecuencia las amenaza y manipula para mantener el control. Mary teme represalias por parte de Abigail si se desvía de los testimonios que se alinean con la narrativa de Abigail.
2. Angustia emocional: Mary Warren está profundamente angustiada y emocionalmente frágil durante todo el tercer acto. El peso de las acusaciones y la creciente histeria en la ciudad han afectado su estado mental. Experimenta dudas, culpa y emociones conflictivas que la hacen susceptible a la influencia y la presión.
3. Deseo de proteger a John Proctor: A pesar de la animosidad entre Mary y John Proctor, ella siente un afecto genuino por él. Ser testigo del sufrimiento y el peligro potencial que enfrenta Proctor debido a acusaciones falsas puede evocar simpatía y el deseo de protegerlo.
4. Influencia de Danforth y Hathorne: Durante el procedimiento del Acto 3, el juez Danforth y el vicegobernador Hathorne interrogan agresivamente a Mary Warren, intentando sacarle una confesión. Emplean intimidación, amenazas y argumentos persuasivos, que inquietan a Mary y gradualmente desmoronan su determinación de seguir con su testimonio inicial.
5. Realización de la Verdad: A medida que avanza la obra, Mary comienza a cuestionar la validez de las acusaciones y experimenta momentos de claridad en los que reconoce la naturaleza injusta de los juicios. La creciente evidencia contra personas inocentes, incluido Proctor, puede obligarla a reconsiderar su papel y decir la verdad.
6. Tácticas manipuladoras de Abigail: Abigail se involucra en un comportamiento manipulador para mantener su poder e influencia sobre Mary. Ella finge estar afligida por espíritus, provocando histeria y perturbaciones durante el proceso judicial. Esta táctica de distracción desorienta aún más a Mary y le dificulta pensar racionalmente.
7. Influencia del reverendo Hale: La presencia del reverendo Hale y los intentos de descubrir la verdad brindan algo de esperanza y aliento a Mary. La inquebrantable creencia de Hale en la justicia y su búsqueda de los hechos pueden inspirar a Mary a reunir el coraje para hablar honestamente y exponer las acusaciones falsas.
En última instancia, el cambio de testimonio de Mary Warren es una compleja interacción de miedo, agitación emocional, autoconservación y deseo de justicia. Estos factores culminan en su decisión de desviarse de los testimonios anteriores y revelar la verdad sobre John Proctor y los acontecimientos que rodearon la histeria de la brujería.